El pasado 20 de junio en el río Genal, tuve la gran suerte de presenciar en vivo la metamorfosis de varias libélulas; desde que salen de la larva hasta que arrancan el vuelo tardan aproximadamente unos cuarenta minutos. Por la dificultad del lugar en que se encontraban y el contínuo movimiento del agua las fotos no son de la calidad que hubiese querido, pero creo que son muy interesantes.
En su primera aparición asoma la cabeza con unos ojos enormes, el cuerpo es viscoso y totalmente plegado.
Aún queda dentro de la larva el resto del abdomen
El abdomen queda libre pero la libélula se agarra mediante sus patas fuertemente al sitio
Comienza a desplegar sus alas
Llega el momento de secar su cuerpo al sol y emprender el vuelo inmediatamente
4 comentarios:
Que buen reportaje Carlos. Es muy interesante. Hay que tener paciencia para sacar esas fotos tan ejemplarizantes.
Enhorabuena
Rafa
La verdad que si, paciencia paciencia, muy bueno si señó.
Para quitarse el sombrero, si señor!!!
Para quitarse el sombrero, si señor!!!
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